jueves, 26 de septiembre de 2013

ETAPA 6. OURENSE-SILLEDA. 78 KM.

I CHOOSE TO SURVIVE, WHATEVER IT TAKES....!
 

Cuentakilometros. 78 km en 5 h 55 min.
El día comienza a las 7:00, es de noche pero como hay bastantes peregrinos y la mayoria extranjeros, enseguida se ponen en marcha. Me aseo y preparo todo como cada día. A las 7:45 estoy preparado y salgo a desayunar un colacao y un donut en un bar enfrente del albergue, donde me encuentro a los manchegos de Ciudad Real con su amigo sevillano. Me entero de la polémica victoria del Madrid la noche anterior (con goles del bicho, bien para mis intereses en el comunio). Me despido de mis amigos y salgo camino de una etapa agotadora.


Salir de Ourense no es tarea fácil, es una ciudad y está mal indicado, pero voy preguntando y poco a poco me oriento. Nada más salir llega el desayuno previsto en los blogs donde planifique mi aventura. Las rampas adoquinadas de la salida de Ourense son de lo peor del camino, no entiendo como no puse pie a tierra, hay 2 km con el 18% de pendiente que me hicieron sudar la gota gorda. No sabía que se podía rodar a unas velocidades de 3-4 km/h, iba más despacio que andando!, pero no me bajé de la bici salvo para hacer unas fotos. (pa burro yo!). El resultado es que en la primera hora apenas hice 8 km. Luego el resto de la etapa es un continuo subir y bajar, nunca llano. Una sucesión de toboganes continuo.


Como tenía miedo a las famosas corredoiras gallegas (caminos con piedras graniticas que con la erosion de la lluvia han quedado como obstaculos anclados en el camino), y lo pude comprobar, cambie de ruta y cogí algunas carreteras secundarias, que alterne con caminos bellisimos, siempre asesorado por algunos paisanos gallegos, esta vez si, muy atentos. Como consecuencia hoy otra vez, 10 km más de la cuenta. Pero al final lo importante es llegar. A la altura de Soleiras me encontre con 2 peregrinos a pie, y uno resulto ser de Villares de la Reina (un paisano!), estuve hablando con él y su compañero de viaje un frances llamado Alain. Nos hicimos unas fotos y nos intercambiamos los moviles. Gran tipo Jesus. Seguí camino hasta llegar por la omnipresente N-525 a la localidad de Cea, famosa por su pan. Pase por el albergue y me sellaron la credencial, además de recomendarme ir por carretera porque los caminos eran poco ciclables. Por el camino me fuí encontrando como cada día cosas curiosisimas como una asociación de la bandera española, donde me acordé  de mi amigo Jose Manuel del RRR.



Pese a eso seguí alternando caminos con carretera con la información que tenía, porque algunos de estos caminos son un vicio. Luego camino de Castro Dozón, a la altura de A reina, pare para comprar pan (otro antojo, ya que era la tierra del pan), y en la panificadora A Reina me regalaron una barra rustica, ya que estaban haciendo el reparto (no era punto de venta). Grande el panadero y riquisimo el pan. Al pasar Dozón, como era hora de comer algo, hacía mucho aire, y parecía un pueblo fantasma, pase por el albergue a descansar algo. Otra vez vacio y sin nadie, así que visite al señor roca y continué mi camino (consecuencias del chino de ayer...). Alternando caminos preciosos y carretera, continué camino de A laxe, entonces me volví a caer por culpa de los pedales automaticos. Con las alforjas cuando quitas un pie para apoyar, si no maniobras bien, te puedes ir hacia el otro lado y pum!, contra la rodilla izquierda ya maltrecha. Poco despues ví a una pareja almorzando al pie del camino, él era de Cadiz y ella de Ourense, y me dieron unos trozos de tomate bien ricos que dijeron que eran de su huerta. Ahí estuve un rato hablando que si este año había sido malo para los huertos, que si tal que si cual (como si fuera un experto en huertos, verdad papa?). Continue, ya con hambre y poca gana y en Bolos al lado de Lalín me perdí por enésima vez, y esta vez un chaval superatento, me llamó la atención, se bajo del coche para decirme que tenía que retroceder y de paso hacerme ver que la mayoría de los gallegos son muy simpaticos y buena gente.


 Llegué a A laxe, que tiene un albergue espectacular, mezcla de modernidad y tradición, le saqué unas fotos y me fuí porque tenía muchas ganas de llegar a mi destino, para comer y descansar. Pero al poco rato noto que la rueda de atras está pinchada....por fin pincho!!. Era lógico despues de pasar por unos caminos que se veía que habían desbrozado las zarzas de los laterales, y habían quedado como una alfombra de zarzales. Al ir a arreglarla, quitando alforjas y toda la parafernalia, note que la de alante tambien tenía un pico, que claro al quitar hizó el lógico pssssssss....Dos pinchazos juntos. Tiempo de probar las autoreparantes. Hasta el 6º día no pinche, y es que el porcentaje de carretera creo que se acerca al 50%. Cambié las cámaras y tiré por la N-525 hacía Silleda, trás parar en una gasolinera a comprarme un Aquarius.


Iba tan reventao al llegar, que al querer hacer una foto a lo Usain Bolt, hice este engendro de video...que notas soy!.

Llegúe a Silleda pasadas las 16:00 y fuí hacia el albergue municipal que estaba cerrado, llamé al número, y nadie me cogío, así que no me quedó más remedio que ir al albergue privado, pero no me importó. El albergue privado resultó ser un par de pisos con habitaciones de 1 a 3 camas.la bici la metí en un garaje. El primer piso estaba ocupado, así que como fuí el primero del segundo piso, me pude coger una habitacíon individual por 10€. Me duché, y me fuí a comprar un poco de chorizo pamplona (en honor a mi amigo David del RRR) para acompañar el riquísimo pan de la panificadora A Reina. Luego lavé la ropa a mano y descanse un rato. Tenía hasta tele en mi habitación!. Más tarde, a las 19:00 me fuí al centro del pueblo y me senté en un parque a escribir mi crónica. Al volver había llegado al albergue el holandes Rudy, al que me presenté con mi inglés para no nativos. Ví un poco la tele y me acosté pronto, porque estaba baldao. Sólo queda un dia!





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